Varios dueños de perros en La Línea han denunciado durante las últimas semanas el poco control y la falta de cuidado que tienen muchos pescadores que hacen uso de las playas de La Línea, dejando anzuelos y otros restos de basura en la orilla y tras varios casos de perros heridos por esta situación.

Los anzuelos también son un peligro para los niños.


La ingesta de anzuelos para los animales puede generar diversas lesiones internas, entre ellas lesiones en el esófago, estómago e intestinos de nuestras mascotas. Es por ello que se pide más prudencia a la hora de usar nuestras playas para la actividad pesquera.

El peligro de los anzuelos en la playa


Son muchas las familias que salen los domingos a pasear sus mascotas por el parque, por la calle, o por la playa. Sin embargo, pasear nuestra mascota por la playa acarrea un riesgo que está ahí, pero no a la vista de todos, y es que los anzuelos se nos escapan de nuestra vista al ser tan pequeños y estar sobre la arena.

Algunos propietarios de perros han tenido una mala pasada, teniendo que llevar a su mascota al veterinario por haber ingerido un anzuelo por accidente, y sometiendo al can a una operación de extracción que puede acarrear gastos de alrededor de 800 euros.

Por este motivo, los dueños de los perros piden más concienciación con este problema y se les pide a los pescadores recoger sus restos una vez hayan finalizado la pesca.

Recogida de anzuelos obligatoria, o crear una zona de pesca especifica; entre las posibles soluciones


La recogida de los anzuelos con un simple imán por parte de los usuarios de la pesca parece ser la solución más lógica desde un punto de vista ético y civil, pues es de lógica que si no queremos hacer daño a los demás, no dejaríamos residuos en la playa, pero esta solución parece de dificil aplicación entre nuestros conciudadanos si no hay una base autoritaria o una policía que exija a los pescadores cumplir con la norma.

La otra posible solución sería obligar a los usuarios de la pesca a utilizar zonas específicas para su actividad, con lo que disminuiría no solo el peligro que los anzuelos conllevan, sino que no ensuciarían las playas.